Hoy hemos cruzado otro puente de más de 1 kilómetro que también llama la atención. Nos dirigimos hacia Otta, pero antes haremos una parada en Stigfossen.
Si ayer creíamos que lo habiamos visto todo en carreteras noruegas, hoy han sido impactantes, hemos ido en dirección a Andalsnes y nos hemos desviado hacia la carretera de los Trolls (con señalización de peligro incluida, jajajaja), impresionante ruta serpenteante con curvas de 180°.
Antes de subir con el coche al mirador de la cascada de Stigfossen, hemos decidido "rutear a pie" la zona y ascender la montaña hasta llegar aproximadamente a la mitad de la cascada, donde la carretera la cruza con un estrecho puente.
Después desde el mirador, que provoca bastante sensación de vértigo, hemos podido disfrutar de las alucinantes vistas, una caída de 320 metros de agua y el trazado de la carretera, que obliga a los vehículos a dejarse paso, dar marcha atrás, pasar al límite, pufff...
Para llegar a Otta atravesamos el valle de Dombás y Drove, el cual durante el invierno sule estar lleno de renos que cruzan "sin permiso" la carretera. En esta temporada es difícil ver alguno.
Para terminar el día paseamos por las calles de Otta, que trasmiten tranquilidad.
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