PICOS DE EUROPA (Urriellu, junio 2017)



En esta escapada de 3 días, nos han acompañado (o nosotros a ellos, jejeje) una pareja de amigos, Juan y Sara y su perro Trébol...


El viernes por la tarde, cogimos la furgoneta y ellos su caravana y pusimos rumbo hacia Arenas de Cabrales, donde se encuentra un camping muy tranquilo y muy completo, llamado "Camping Naranjo de Bulnes".




DÍA 1: 

El sábado, después de desayunar, preparamos nuestras mochilas, la subida al Naranjo de Bulnes, nos estaba esperando. Con la furgo, salimos desde el camping y nos dirigimos hacia Sotres, por una carretera con bastante pendiente y muchas curvas.
Antes de llegar a Sotres, en una curva que hay muy cerrada a la izquierda, sale un camino a mitad. Por él tenemos que continuar durante 0.5 km y en el cruce que viene poco más adelante coger el camino de la derecha. Luego hay que continuar unos 4 km por ese camino, que va subiendo con bastante pendiente, aunque está muy bien adaptado para los coches, hasta llegar a un pequeño “parking” donde dejamos la furgo.




Nada más empezar la ruta, se notaba el desnivel, nos esperaba una jornada dura de gemelos, pero las vistas, el paisaje, merecía la pena, ¡¡es precioso!!
  
La primera sorpresa fue que nos encontramos con una romería de vacas, ¡que pasada! incluso algún ternero bajo corriendo la montaña para jugar con Trébol, cosa que nos dio un poco de respeto, no sabíamos cómo iba a reaccionar el perro ni el resto de la manada, pero se entendieron bien. También nos cruzamos con dos burros, experiencias únicas que hacen disfrutar mucho más de esta aventura.



La ruta es muy fácil de seguir, no tiene pérdida, porque hay que continuar todo el tiempo por el sendero, que además está señalizado y aunque al principio está lejos, pero casi siempre se va viendo el pico del Naranjo. Durante  toda la ruta vas ascendiendo pero cuando ya estás próximo a la base de este pico, el desnivel aumenta bastante, además la senda va por una zona más pedregosa y había cabras montesas que pasaron cerca nuestro.






Andando solo se puede llegar hasta la base, para llegar al pico hay que hacerlo escalando, nos comentaron que se puede subir por muchos lados, dependiendo la dificultad, pero para escalar hasta la cima, son necesarias entre 7 y 8 horas ¡ánimo valientes! En la base, hay  una fuente que está el agua buenísima y un refugio, que por 15 euros puedes pasar la noche allí, también dan cenas y desayunos, lo que ya no sabemos es, si se pueden hacer reservas o no. 




Nosotros comimos nuestros bocatas y un poco de chocolate y nos volvimos por la misma senda. En total andamos unos 14 km, la vuelta como es lógico fue más rápida, pero el ascenso lo hicimos en dos horas y media. Para descargar el track de nuestra ruta, pincha aquí


 
Cuando llegamos  a la furgo, volvimos hacía el camping, pero antes de llegar, en Arenas de Cabrales, compramos lo que nos faltaba para la hacer la cena, en un supermercado que hay nada más entrar en el pueblo a poco más de 1 km del camping y que abre incluso los domingos por la mañana.

 




La tarde ya fue para reponer fuerzas con unas cervecitas  y unas sidras, en el bar del camping, que nos habíamos merecido...







DÍA 2:


La primera idea que teníamos era pasar el domingo en la playa que estaba a unos 25 km (aunque se tardan casi 40 min, ya que la carretera tiene muchas curvas), pero el día se levantó con muchas nubes y niebla, así que improvisamos otra rutilla, mucho más tranquila.
 
Salimos andando del camping en dirección Arenas de Cabrales, y a la entrada del pueblo cogimos una senda que va al lado del río. Al terminar la senda, nos encontramos con una pequeña tienda que vende todo tipo de productos derivados de la miel. Cruzamos un puente, atravesamos un aparcamiento, y comenzamos a subir por una senda que sale a la derecha de la carretera.





Durante 3 km, vas ascendiendo, hasta llegar a la cima de la montaña, subida que se nos hizo dura, debido al cansacio acumulado del día anterior. Después va descendiendo poco a poco, pasando por Poo de Cabrales y llegando nuevamente a Arenas.




 
Por la tarde bajamos a visitar el pueblo, es pequeño pero hay muchas cosas, tiene unos 800 habitantes y en el cole hay unos 200 alumnos, porque vienen de todo el concejo. En la carretera hay una tienda de montaña, con material de buena calidad, muchas marcas y gran variedad y también buenos precios, prácticamente los mismos que por internet. Cerca de la plaza hay varios bares, restaurantes y sidrerías, allí cenamos y probamos la gastronomía del terreno: sidra, queso Cabrales, boronu (morcilla, hecha con harina de maíz), etc… ¡Todo buenísimo!

 
Nosotros no tuvimos tiempo de verlo, pero por 4 euros/persona, hacen una visita guiada y con cata de dos quesos, a la quesería donde se elabora el queso Cabrales, queda pendiente para otra vez...

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